El arte de la crianza del vino en barrica , desempeña un papel fundamental para establecer las características que podremos disfrutar más tarde en ese vino; matices y texturas que lo convierten en la completa bebida que es.
Aunque en la antigüedad, el uso de las barricas comenzó como casualidad, puesto que era simplemente una necesidad a la hora del transporte en largos trayectos, se descubrió que la madera aportaba cualidades especiales que mejoraban el sabor del vino.
La madera tiene un papel clave en el envejecimiento del vino, pero además le aporta beneficios como son:
Aromas propios , como vainilla, canela, fruta seca, torrefactos, etc…
Sabores específicos del roble, y dependiendo del tipo de roble que se utilice, se obtendrán sabores que recuerdan notas de moka o caramelo por ejemplo.
Y los fenoles, que provienen tanto de las uvas como del roble y completan el sabor, el aroma y la textura del vino resultante.
Barricas se fabrican de diversos tipos de madera como el cerezo o el castaño, pero la más habitual es la de roble ya que sus particularidades son las más apropiadas para la crianza de vino. Aunque también hay que decir, que no todos los tipos de roble son adecuados y por ello. En Bodegas Alvarez Alfaro elegimos las barricas de roble francés y roble americano que son las más idóneas para la elaboración de nuestro vino DOCa Rioja crianza y vino reserva.
Y en particular para nuestro vino DOCa Rioja Selección de Familia, nuestro vino más emblemático, utilizamos solamente barricas nuevas de roble francés de grano extrafino.
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